LA VOZ DEL NARRADOR
Todo narrador posee una técnica determinada para desarrollar su relato. Uno de esos recursos es el punto de vista, la voz a partir de los cuales se narra y el foco narrativo que selecciona el narrador para referir la historia, esto es, el lugar que elige para observar y contar los hechos que dan vida al relato. Los tipos de narradores son:
NARRADOR EN PRIMERA PERSONA
El narrador relata los hechos en primera persona, aparece como un personaje incluido en las acciones. Puede tomar el papel de protagonista o testigo.
El narrador puede ser entonces narrador protagonista o narrador testigo.
a.Narrador protagonista
Es el personaje principal. Por sus propias palabras sabemos lo que piensa siente o hace, además sólo puede ver y conocer según las circunstancias que le ha tocado vivir.
"Hoy castigaron a Cecilia, pero ella es muy viva, y no sé qué pretexto inventó para ir a casa de una amiga. Yo la recogí allí, y nos escapamos hasta Chaclacayo. Somos unos bárbaros, pero ya pasó el susto, y creo que ha sido un día maravilloso. Llegamos a la hora del almuerzo. Comimos anticuchos, choclos y picarones, en una chingana. Yo tomé una cerveza y ella una gaseosa".
Alfredo Bryce Echenique
b.Narrador Testigo
Es un personaje secundario. Este narrador relata lo que le sucede al protagonista.
"Vi un grupo de hombres todos mojados, con la cabeza inclinada teniendo en la mano sus sombreros, silenciosos, rodeando el cadáver, vestido de blanco, que estaba en el suelo. Vi las telas destrozadas y el cuerpo casi desnudo de una mujer. Fue una horrible visión que no olvidé nunca".
Abraham Valdelomar
c.El monólogo interior
Consiste en reproducir en primera persona los pensamientos de un personaje tal como brotarían de su conciencia, mezclando recuerdo con razonamientos y asociaciones espontáneas en aparente desorden.
“Y ese muchacho andará por ahí hecho un perdido, como si fuera un perdido, igual que mi difunto, cuando él en realidad es otra cosa y lo bien que le vendría a nuestra niña…”
Luis Martín Santos
Tiempos de Silencio
Otro ejemplo:
Solo aquí, qué bien, me parece que estoy encima de todo. No me puede pasar nada. Yo soy el que paso. Vivo. Vivo. Fuera de tantas preocupaciones, fuera del dinero que tenía que ganar, fuera de la mujer con la que me tenía que casar, fuera de la clientela que tenía que conquistar, fuera de los amigos que me tenían que estimar, fuera del placer que tenía que perseguir, fuera del alcohol que tenía que beber. Si estuvieras así. Manténte ahí. Ahí tienes que estar. Tengo que estar aquí, en esta altura, viendo cómo estoy solo, pero así, en lo alto, mejor que antes, más tranquilo, mucho más tranquilo. No caigas. No tengo que caer. Estoy así bien, tranquilo, no me puede pasar nada, porque lo más que me puede para es seguir así, estando donde quiero estar, tranquilo, viendo todo, tranquilo, estoy bien, estoy bien, estoy muy bien así, no tengo nada que desear.
Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo la maté. ¿Por qué? ¿Por qué? Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no fui. No pensar. No pensar. No pienses. No pienses en nada. Tranquilo, estoy tranquilo. No me pasa nada. Estoy tranquilo así. Me quedo así quieto. Estoy esperando. No tengo que pensar. No me pasa nada. Estoy tranquilo, el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada. Es cuestión de aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer que tú quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora. Eres un ser libre para dibujar cualquier dibujo o bien para hacer una raya cada día que vaya pasando como han hecho otros, y cada siete días una raya más larga, porque eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie te lo puede impedir.
NARRACIÓN EN SEGUNDA PERSONA
No es muy frecuente. El personaje desdobla su personalidad y habla consigo mismo como si lo hiciera con otro.
“En aquel hospital anónimo de la anónima y dilatada ciudad, durante largas noches en vela y su silencio puntuado con toses y con ayes, habías vuelto a la vida horro de pasado como de futuro, extraño y ajeno a ti mismo, dúctil, maleable, sin patria, sin hogar, sin amigos, puro presente incierto, nacido a tus treinta y dos años Álvaro Mendiola a secas, sin señas de identidad .”
Juan Goytisolo
Señas de identidad
NARRADOR EN TERCERA PERSONA
El narrador relata los hechos en tercera persona "él" o "ella". Más no participa de los hechos que cuenta: es un observador que está afuera de la acción. El narrador puede ser omnisciente u observador.
1. Narrador omnisciente
Narra en tercera persona, sabe lo que ocurre en el pasado, presente y futuro de los personajes, por ejemplo, los sentimientos más íntimos. Se le llama omnisciente porque todo lo sabe y todo lo ve.
Estaba rezando, se le aparecieron tres ánimas muy hermosas vestidas de blanco; le dijeron que no se apurase, que ellas la ampararían en pago del mundo bien que les había hecho con sus oraciones, y tomando cada cual una madeja, en un dos por tres remataron; haciendo un hilo como un cabello.
Cuentos populares anduleces
Fernán Caballero
2.Narrador observador:
Narra en tercera persona. Este narrador se basa en los hechos que observa, por eso hace suposiciones de lo que piensan sus personajes a partir de su conducta.
"Era un caballo, un joven potro de corazón ardiente, que llegó del desierto a la ciudad, a vivir del espectáculo de su velocidad".
Ver correr a aquel animal era, en efecto, un espectáculo considerable. Corría con la crin al viento y el viento en sus dilatadas narices. Corría, se estiraba; y se estiraba más aún, y el redoble de sus cascos no se podía medir. Corría sin reglas ni medida, en cualquier dirección del desierto y a cualquier hora del día. No existían pistas para la libertad de su carrera, ni normas para el despliegue de su energía..."
"El potro salvaje"
Horacio Quiroga
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